El póster: esa modalidad de comunicación científica que cuando éramos novatos nos hizo pensar que molaba más porque tenías que escribir menos. Pero no es así, oh, no: es más difícil condensar la información en un póster. Y por eso hay que quedarse junto a él para explicarlo todo bien. Eso si alguien te pregunta (mira esperanzada a la sección de comentarios). En todo caso vaya aquí un ejemplo intrascendente pero muy real:
Pincha en la imagen para acceder al póster en toda su insomne gloria.
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