El máster me tiene sumergida en un mundillo curioso medio familiar medio novedoso y, lo que es mejor, me está dando la oportunidad de revisar varios sitios dedicados a la divulgación y a diseminar la cultura científica. He elegido tres porque cubren un espectro muy majo en cuanto a variedad, temática y estilos y además porque usar un blog para hablar de otros blogs que me gustan es divertido. Lo era en los dos mil y lo sigue siendo ahora. He dicho. Dejadme que os hable de sitios donde hay ciencia:
Hacer fácil lo difícil: el blog de Francisco R. Villatoro
Internet es maravillosa en cuanto a variedad de contenidos. Y aterradora, también. Confieso que cuando empecé a leer «La ciencia de la Mula Francis» lo hice llevada por el morbo. Artículos que contienen términos como «fluctuación cuántica de vacío» se codean amigablemente con otros sobre si suena mejor un CD o un vinilo y Francis no huye de las fórmulas en las entradas.
La ciencia de la mula Francis hace tres cosas muy bien: elegir temas, ofrecer fuentes originales, y dejarte con ganas de saber más. No son artículos, me apresuro a añadir, para todo el mundo. Francis entra muy rápido en materia, no hace concesiones, asume que vas a quedarte con él hasta el final, y la materia a veces es muy avanzada. Me he perdido más veces de lo que puedo recordar en sus artículos, pero siempre, siempre, he encontrado temas fascinantes que explorar o en los que empezar a meter el dedo del pie, tanteando nuevas aguas. El trabajo invertido en cada entrada es más que notable, y como hay categorías es fácil enlazar unos temas con otros si te interesa: Francis ha escrito sobre casi todo, aunque tiene mucha querencia por la física (y se nota en la longitud y detalle de sus entradas). Además el diseño del blog es directo, sencillo e intuitivo, y puedes buscar en los archivos con facilidad y comodidad. Y hace falta porque hay muchos archivos. ¡Lleva en esto desde 2008!
The Conversation: intrusismo pero menos
The Conversarion (edición española) es una mirada al otro lado del espejo en divulgación. Generalmente los periodistas escriben sobre ciencia o científicos que a su vez hacen preguntas al mundo. En The Conversation son científicos y académicos los que escriben directamente. Es un medio digital con un formato sencillo, tipo blog: entradas que se presentan de modo atractivo y artículos claros y directos sobre todos los tema imaginables. Es un portal relativamente joven: apareció en el mundo angloparlante en 2011, y su edición española tiene poco más de un año. Y se nota; los temas (variados, lo que es un plus) no se enlazan entre sí, las secciones son muy amenas pero muy homogéneas de estilo y contenido, y la falta de material todavía se nota.
The Conversation tiene una gran ventaja, y es que tienes a especialistas universitarios hablándote directamente, cada uno con su estilo y sobre temas de actualidad y atractivos. El contenido estrictamente divulgativo de la edición española está más disperso y muchas de las piezas tienen sabor a blog; académicos hablando poco académicamente de temas que dominan. Pero esto es efectivo porque aporta artículos muy contundentes y sin algunos de los lugares comunes a los que el periodismo nos ha acostumbrado, como la, a veces, peligrosa equidistancia, que en temas científicos no debe estar presente de haber un consenso claro en un tema. Aparte, he de confesar que la apuesta decidida por la licencia Creative Commons en sus artículos hace que, como iniciativa, gane muchos puntos para mí.
Catástrofe Ultravioleta: id y escuchad
Aunque no debería, lo voy a decir: Catástrofe Ultravioleta es mi podcast favorito de todos los tiempos. Ya sé que ahora mismo hay más podcasts que personas y hay algunos maravillosos, pero Catástrofe Ultravioleta vive en un nicho muy interesante entre la divulgación y el arte. Son programas de más o menos una hora y exploran un tema en concreto: algunos muy genéricos como los sonidos y otros extraordinariamente específicos como la búsqueda del leopardo de las nieves.
El formato podcast es un poco antipático para la divulgación si quieres revisitar alguno de los temas o encontrar algún dato concreto. Pero en este caso los autores del podcast han añadido para cada entrada un breve texto que sirve tanto de introducción como resumen y, en la mejor tradición académica, enlaces a material suplementario. Esto hace que como mínimo tengas alguna idea de dónde te vas a meter. Pero no es un podcast para irte a la cama sabiendo más cosas; o no es solamente eso. El formato de audio tiene a su favor que «llega» muy rápido a la audiencia, más que el texto, y por tanto emocionalmente la conexión con el público es más rápida y directa.
A diferencia del blog de Francis, que es pura divulgación, y de The Conversation, que en su edición española aún tiene que asentarse, Catástrofe UV encontró rápido su nicho: hacernos partícipes de la belleza de profundizar en un tema, en cualquier tema, abordándolo con entusiasmo e interés, y sobre todo con mucho rigor. Hay relativamente pocos programas pero en todos ellos garantizo que vais a encontrar algo sorprendente y, lo que es mejor, vais a querer escuchar más de uno más de una vez.
La buena divulgación trabaja tanto para hacerte entender un concepto a priori complicado como para hacerte sentir que ha merecido la pena el viaje. No pensé que diría esto de un podcast, pero Catástrofe Ultravioleta lo consigue plenamente.
(Foto de portada de Andrew Neel en Unsplash)
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