Lo malo de haber estado ausente, callada, silenciosa, desaparecida, durante meses (y meses, y meses, y meses…) es que quieres volver con fanfarrias. Volver con nuevo look para la bitácora, o con nuevos contenidos, o juguetes de esos tan monos para, yo que sé, poner música cuando pases el ratón sobre un dibujito, o sorpresas, o juegos virtuales, o un foro, o… Y claro, con las ganas de hacer algo especial para hacerte perdonar tu ausencia (o tu regreso), lo vas dejando pasar… Es que ahora no tengo tiempo, es que tengo que buscar la manera de diseñarlo bien, es que quiero que quede bonito a la primera, es que, es que, es que…
Y claro, así es como no se hace nada, y como me he pasado un mes queriendo volver a escribir pero sin atreverme a ello por «no tenerlo todo listo».
De modo que basta de «es ques». La Biblioteca de Babel nunca ha sido un sitio bien diseñado ni con juguetitos, es un sitio de palabras, sin más. Y lo que necesita son, sobre todo, palabras, palabras que no he estado ofreciendo, valgan lo que valgan. Para mi diversión, y vuestra… eh… diversión/molestia (táchese lo que no procede), volvemos a la programación habitual. Sin rumbo fijo ni objetivo ni diseño ni plan.
Pero con ganas. Que es, al fin y al cabo, lo que hace falta.
Amén.
Olé 😀
A todo esto, si quieres una plantilla nueva, foros, juguetitos, macacos que hacen malabares, dispara-a-la-ranita o divertimentos parecidos… un servidor está dispuesto a meterle mano a la Biblioteca.
Suficientemente fanfarrioso para mí 🙂
Bienvenida.
Te echábamos de menos.
¡Gracias, Algernon! Y gracias a todos por la (inmerecidamente) amable bienvenida. Sí que me haría ilu cambiar un poco el aspecto de la página, no en lo básico (me he encariñado con el look medio de burdel medio de club apolillado de este sitio), sino en detalles, como hacer la página más amable a la vista, o darle un buen lavado de cara a la sección de Relatos, que da algo de vergüenza. Iré mirándolo poquito a poco, y te tendré en cuenta, Algernon, luego no te quejes…
Aceptaré con alegría el pesado fardo 😛
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Con que hayas regresado, nos damos por alegremente satisfechos XD
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¡Rebienvenida! :)))) Por cierto, que creo que somos muchos los que sufrimos tu síndrome de la disculpa.
¡Órale!
¡Yipiii! Tachando (molestias). ¡Bienvenida!
Por cierto que cuando leo posts como este es cuando me siento más agradecida por tener una compañera que me ahorra el tener que escribir algo similar en nuestro blog. Es genial que el blog se siga escribiendo solo: así no tengo síndrome de la disculpa o por lo menos no es público 🙂
;D
«Palabras sin más».
Lo dices como si hiciese falta otra cosa…
Es que lo mejor es enemigo de lo bueno 🙂
Está bien que empieces a escribir de nuevo, porque así podré acatar las recomendaciones de los amigos me hablan tan bien de esta Biblioteca.