Pensaba escribir hoy una entrada o siete, pero después del atracón tradicional de [/Thanksgiving/] no me da la neurona ni para recordar cómo se hacía esto de escribir. También puede que hayan influido las dos copas de Marqués de Cáceres que me he obsequiado durante las cuatro horas, cuéntenlas, cuatro, que hemos estado tragando.
Joer con las tradiciones americanas. Las nuestras pasan por dormir poco, pero las suyas pasan por comer mucho. Un pavo que parecía de Jurassic Park, el relleno del pavo (que no se deja dentro del pavo, se quita y se sirve aparte), puré de patatas, extraños pero ricos comistrajos como espárragos con cosas y judías con cosas, y dos tipos de salsa de arándanos todavía manteniendo las estrías de la lata en la que estuvo, y [/gravy/], que es como una salsa muy espesa de cuando se hacen platos de carne, y pan con mantequilla, y yams, un tipo de cosa vegetal así naranja y blandita que está muy rica también, y luego pastel de calabza, pastel de manzana y pastel de [/mincemeat/], que lleva dentro un comistrajo raro con pasas y canela y clavo y cosas y que no le gusta a casi nadie, y los pasteles se toman con helado o con nata. Y vino.
Bruuuup. Perdón. Voy a servirme una manzanilla. Quiero decir, [/otra/] manzanilla. La indigestión no es buena para esto de la creatividad literaria.