Desde que Dupin explicó a su acompañante cómo había deducido su línea de pensamiento a partir de un tropezón en la calle en el relato de Poe, me ha divertido pasar la moviola por alguna de las cadenas causa-efecto que llenan mi vida -y la de cualquiera- y ver cómo he llegado a determinada acción, pensamiento, conclusión o lo que sea.
Hace unos días se comentaba en una lista de correo una posible forma de espionaje electrónico. El método era tan curioso que me trajo a la memoria otro, no sé si ficticio o real, descrito en un libro de Neal Stephenson. Esto me recordó que había otro libro de Neal Stephenson que llevaba tiempo queriendo leer, de modo que fui a la librería, me lo compré y me lo leí (yo soy asina). En este libro en concreto una parte importante de la trama descansa en la cultura Sumeria, que siempre me ha fascinado. Unos días más tarde estaba yo hojeando otros libros en la sección de Ciencia y vi uno que parecía apetitoso. Al abrirlo lo primero que vi fueron caracteres cuneiformes, y como el libro en cuestión es una historia natural del cero, la coincidencia con el libro de Stephenson, que todavía tenía muy fresco en la mente, y lo encantador del tema tratado, me hicieron comprármelo. Estoy leyéndolo ahora, y es una delicia. Aparte de que el cero ya sea un número fascinante de por sí, el libro chisporrotea de entusiasmo: el autor se lo pasó bien escribiéndolo, y se nota. Casi cada página crepita con referencias poéticas, pensamientos al azar, elucubraciones, ideas, información, explicaciones, referencias cruzadas, guiños y expresiones de gozo ante la enrevesada historia de un número que simboliza los extremos, el todo y la nada, las cantidades ingentes y el vacío absoluto, todo a la vez, y simplemente dependiendo de su posición. Es alucinante.
Y eso que acabo de empezar…
P.S. Ah, sí, el libro… The Nothing That Is (A Natural History of Zero), Robert Kaplan, Oxford University Press 1999. ISBN 0-19-514237-3
Si eres tan asina, lo de «elucubraciones» no debería venir de ti… será que el ‘cyber’ te ha pegado muy fuerte…
revisa tu ediccionario… te has ganado un cero patatero en lengua española!
Esto de encontrarte con tus profesores de lengua en el ciberespacio es algo que acojona. Con la de faltas de ortografía que yo cometo esa posibilidad me da auténtico pánico.
XDDDD
Iba a hacer una impetuosa defensa del dominio de la lengua que tiene Daurmith, pero igual se me acusa de [/blogamia/]…
;o)
Bueno, quizá decir que Kaplan «elucubra» en su libro es un poco exagerado, porque en general razona con mucha agudeza y sin irse por las ramas más que en algunos trozos. Pero no acabo de entender la crítica lingüística de Celia. «Elucubrar» es un verbo, existe, es conjugable, tiene un signficado concreto. ¿Podrías aclararme el error, para evitar cometerlo en el futuro? ¡Gracias!
Bueno, quizá decir que Kaplan «elucubra» en su libro es un poco exagerado, porque en general razona con mucha agudeza y sin irse por las ramas más que en algunos trozos. Pero no acabo de entender la crítica lingüística de Celia. «Elucubrar» es un verbo, existe, es conjugable, tiene un signficado concreto. ¿Podrías aclararme el error, para evitar cometerlo en el futuro? ¡Gracias!
¿Qué es asina? No entiendo, Celia. Por cierto, se escribe ciber y no cyber. ¿Y por qué con «‘» y elucubración con «»»?
Un abrazo ortográfico,
Polinesio, con lo de «asina» Celia citaba mi propia entrada en la que pongo un paréntesis más o menos jocoso: «(yo soy asina)». Nada más.
Qué chungo, y yo con un «cyber» en los links… ¡y nadie sin avisarme!
Jojojojo, «nadie sin avisarme» XDDDD
¡Con lo interesante que era el comentario y os perdéis en extrañas elucubraciones lingüísticas!.Yo soy una enamorada de la cultura sumeria. El libro «La historia empieza en Sumer» era una pura delicia. Recuerdo que entre los textos había hasta un ejemplo del intento que un alumno hacía de comprar al profesor. El libro era de Kramer.El descubrimiento de la cultura sumeria adelantó el comienzo de la historia, que como sabemos toma como referencia el primer testimonio escrito.
Supongo que Celia hubiera preferido que Daurmtih pusiese[/lucubración/], pero el diccionario de la RAE recoge también [/elucubración/], con el mismo significado, por supuesto. Así que tiene razón Daurmith, como siempre, por otra parte.