Andaba yo leyendo la web de Richard Dawkins (pese a lo que parece, el hombre en realidad es un buenazo, se nota más cuando se le ve en directo o se leen sus entradas durante el tour). Estaba leyendo su última entrada, y me encuentro esto:

In Philadelphia I had lunch at the Museum of Natural History with Ted Daeschler, and he showed off the recently described fossil Tiktaalik rosea, exquisite bridge between aquatic fish and terrestrial amphibians (Google it, and the first hit to come up is a creationist site, bleating that God made it only a few thousand years ago).

Lo podrá decir Richard Dawkins, a quien tengo ley según y cómo, pero no por eso tiene por qué ser verdad, de modo que de inmediato busqué Tiktaalik rosea en Google, a ver. Y efectivamente. El primer sitio que sale es una entrada de una especie de blog, creacionista hasta decir basta, insultante a la inteligencia de los gasterópodos más lentos. Y que me perdonen los gasterópodos.
Estas cosas duelen. No porque alguien no sepa de paleontología o de Tiktaalik rosea, faltaría más, nos pasa a muchos, sino por ver que alguien que obviamente no tiene ni idea de paleontología, ni de Tiktaalik rosea, ni de biología, ni de física, ni de geología, ni del sursum corda, se pone a sentar cátedra con un entusiasmo digno de mejor causa y una falta de humildad intelectual que dice muy poco en su favor como alumno de una religión que predica, y si no que me corrija quien sabe, una cierta mansedumbre espiritual.
Que si la entrada discutiera las cosas desde un punto de vista más o menos anclado en la realidad, pues oiga, aquí paz y después gloria (terrena, no celestial). Para eso se inventaron los científicos, para discutir, contrastar, equivocarse, corregirse, enmendar, completar, y demás vaivenes del discurso intelectualmente honesto. Pero la entrada no es tal; es un medley del famoso argumento de la incredulidad personal: variaciones sobre el tema de «como yo no me lo creo, no es cierto». Por eso hace pupa que sea verdad lo de Google. Hay realidades que convendría cambiar.