Jolín, vaya semanita. Primero la Roskosmos poniendo patitas de conejo en sus naves contra la mala suerte, o parecido. Ahora llega un chaval de 13 años y corrige los cálculos de la NASA de la probabilidad de impacto del asteroide Apofis en 2036. La NASA decía que la probabilidad era de 1 en 45.000, pero este chico, que hizo de nuevo los cálculos para un concurso de ciencias, lo dejó en 1 en 450; total, nada. Los medios de comunicación se han hecho eco de ello, con cierto regodeo, ya saben «un escolar corrige nada menos que a la NASA», y de paso, añado yo, nos pone el fin del mundo a las puertas de Hollywood. Es una historia que gusta mucho, esta de David contra Goliath, el pequeño que gana al grande. Más cuando el grande pertenece a eso tan extraño que se da en llamar «la comunidad científica», que no sé qué es. En cuanto se ven indicios de que ha podido pasar algo así, los medios de comunicación se apresuran a publicarlo
Los medios de comunicación que se han hecho eco de la noticia en los términos descritos arriba han metido la pata hasta el fondo. No han rascado el poquito que hacía falta rascar para decir que el chaval, Nico Marquardt, es el que ha metido la pata, y la NASA quien tiene razón: la probabilidad de impacto del Apofis en 2036 sigue siendo de 1 en 45.000; total, nada. Más detalles en Magonia, The Bad Astronomer, Cosmos4U, y más.
David se ha colado con las mates. Goliath se lleva el round. La oficina de prensa pro-Davídica la ha pifiado pero bien. Y es que es lo que tiene dejarse llevar por una historia bíblica: que tarde o temprano acabas dándote cuenta de que es inventada.