No, tranquilos, hoy no toca que os agobie con un drabble. Hoy os ofrezco la oportunidad de leer otro, porque un amigo, intrigado por el concepto de drabble que conoció a través mío (una composición, os recuerdo, de cien palabras, ni una más ni una menos, inluyendo el título), probó a «romper mano» con uno. Aquí lo tenéis, en su tumblr «Cosas de Suecos»; a mí me encantó. Mirad si os gusta, y si os gusta, decídselo, que de esto vivimos los que no vivimos de esto. Sé de buena tinta que pretende escribir más.
Y hablando de vivir de esto: acaba de entrar al mundillo literario la web de la primera novela de Santiago Álvarez, otro amigo y un estupendo escritor:
Es novela negra, y está ambientada en Valencia, como debe ser (Valencia es una de esas ciudades eclipsadas por su propio tópico, que tiene sin embargo más capas que una cebolla, escondidas como sus acequias urbanas y sus leyendas profundamente levantinas). Y si os dáis un garbeo por la web, cosa que os recomiendo encarecidamente, veréis por qué tanto la ambientación como el detective son un hallazgo.
Así que hoy, como véis, son recomendaciones de otros, que siempre molan más que las propias.
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