Godzilla, moviéndose con la gracilidad de una babosa en una mina de sal, destrozaba concienzudamente una maqueta de Tokyo durante esta dulcísima tarde de finales de verano. La gata no estaba por ningún lado. El artículo que estaba leyendo sobre transporte de savia en los árboles no tenía sentido del derecho ni del revés. La música que tenía en la cadena no era la adecuada. La luz no era la adecuada; reflejaba en todos los lados. El olor a café no era el adecuado.
Era una de esas tardes, no sé si os ha pasado, en que todo está levemente fuera de lugar. Muy levemente, como cuando intentas hacer encajar una pieza de puzzle que no es la correcta pero que casi lo es y la fuerzas un poquito esperando que nadie lo note, pero se nota. Todas las actividades normales y sensatas en las que se puede emplear una tarde de domingo no parecían las adecuadas. Me fui a comprar leche y pan y fruta y tampoco esta tarea habitual, familiar, sosa, encajaba en el día. No por nada especial; días igual de tiernos han pasado durante los que ir y acarrear el bidoncito de leche y la bolsita con tomates no daba esta sensación de ir… fuera de compás con el resto del planeta. Ellos a compasillo, yo a tres por cuatro. Ellos en fa mayor, yo en sol sostenido. A paso cambiado. Nada demasiado tremendo, nada como para tomar medidas drásticas.
Pensé que escribir una entradita así tontorrona como esta me pondría de nuevo en fase, pero ahora sólo se me ocurre pensar en todas las entradas in potentia que se han quedado desperdigadas entre la moleskine, las fotocopias que cubren la mesa, mi cerebro (o lo que pasa por tal), y el envés de un sobre en el que venía la factura de la luz. Casi ninguna verá la luz del blog, ni falta. Y lo curioso del asunto es que da igual.
Y por cierto: mañana es fiesta en USA. Labor Day. Tenedme envidia.
Te odiamos cordialmente 😉
«Godzilla, moviéndose con la gracilidad de una babosa en una mina de sal, destrozaba concienzudamente una maqueta de Tokyo…»
Mo(d)zilla, cargando páginas con la gracilidad de un berberecho, destroza concienzudamente el template de mi blog.
A veces el/la que está fuera de lugar eres tú 🙂
y sin que fuese nada adecuado, has escrito, y si es adecuado o no, da lo mismo, nos gusta leerlo.
Bueno, eso de que da igual…
Ya estás rescatando todos esos «proyectos» de entrada.
Fa Mayor y Sol sostenido, ey .. una lucha de modos mayores y menores!
En realidad la dodecafonía puede ser un estilo de vida, así que seguro que te va bien 🙂
Releyendo lo que escribí ayer-hoy en horas intempestivas, veo que la última frase puede conducir a confusión. El «tú» era genérico, no apuntaba a Daurmith 😀