Estaba yo hace un ratón (un rato grande) escuchando el Gloria de Vivaldi cuando me dio la vena nostálgica y me puse a recordar lo bueno que tiene cantar en coro. Servidora es contralto, para lo que gusten. Eso quiere decir que siempre me toca aprenderme unas versiones más apagaditas y raras de los greatest hits de la música coral. No me verán cantando aquello de «Aaaaleluya, aleluya» como en un anuncio de la tele, ni os sonaría lo que me toca tararear del dichoso Ave María que toda pareja de novios pide en su boda.
Pero ahí está lo bueno. Las sopranos aportan la brillantez, y las contraltos, la sutileza. No hay sensación igual a la que se siente en ese momento de los ensayos cuando todo hace clic. Cuando te has pasado semanas abriéndote paso a desgana y con dificultades por una melodía que suena rara, apagada, sosa o directamente fea, cuando has sufrido lo que no se ha escrito durante ensayos y ensayos porque no hay manera de que aquello suene a nada, y de repente encuentras el momento, el punto, algo en tu cerebro se activa y de sopetón toda la pieza adquiere sentido. Y esa línea melódica que sonaba un poco a muerto y otro poco a rancio encaja en todo el resto de la melodía como el hilo de un tapiz. Entonces la canción es tuya para siempre. La partitura ya no hace falta: es el resto del coro el que te dice lo que necesitas saber, en el momento en que necesitas saberlo. No este tenor o aquella soprano, sino todo el coro; eres la pincelada que le falta al cuadro y por fin has descubierto tu color, tu composición, tu fuerza.
Son esos momentos los que hacen que todo el trabajo de los ensayos parezca una nimiedad: esos momentos en los que tomas aire, y estás relajada, y sabes a ciencia cierta la nota con la que has de atacar, y sabes que te va a salir limpia, y cuando llega el momento la mirada al director no es una mirada de duda, sino casi de complicidad, y zas, abres la garganta y estás dentro del tapiz, eres el tapiz, eres parte del instrumento que la gente ha ido a escuchar. Es fabuloso.
Ser contralto tiene otra cosa buena: ves el envés de las cosas. Ves y aprendes los trucos del oficio. Cuando estás cantando una pieza barroca, con esa delicadeza casi mecánica que tienen, te das cuenta de cómo las demás voces, por sí solas bastante anodinas, arropan y complementan a la voz principal, con sencillez pero con eficacia. Cuando cantas algo de Mozart, la sorpresa es mucho mayor: escondidas en esas piezas corales que a todos nos suenan porque hemos visto Amadeus hay unas notas extrañas, casi ultraterrenas, unas osadías melódicas que no he escuchado a nadie más. No se notan mucho, nadie recuerda ni se fija en ese acorde con un sostenido que según todas las reglas de la armonía no debería estar allí, pero todos sienten el efecto increíble de la música. Y cuando es mi cuerda la que aporta ese granito de inquietud, esa chispita de no se sabe qué, es -faltaría más- aún mejor.
Entiendo de qué habla, Daurmith porque a mí me sucede algo parecido. Yo soy guitarrista amateur freelance a tiempo parcial, y amante de Beatles, Stones, Beach Boys (sí, sí, no se rían o escuchen su obra maestra Pet Sounds y luego hablamos). Una de las cosas que más me gusta de estos grupos son las armonías vocales que consiguen con una economía absoluta de medios (piedra de toque de la música popular) y que se salen totalmente de lo habitual. A mí me producen ese escalofrío en la espina dorsal que Nabokov identificaba con el origen del placer estético. Gran parte de la responsabilidad de esto está en las segundas voces (She´s Leaving Home tiene alguna de esas notas escondidas de las que usted habla). Aunque, la verdad me acompleja un poco estar contándole esto a alguien que escucha a Mozart.
¿Sabes a quién he recordado leyendo tu historia, Daurmith? a S.J. Gould. :o)
Jeje, me ha gustado lo de la hebra en el tapiz… ¿donde lo he leído yo? ¿Quizás en un libro de un colaborador de Cristofer Tolkien metido a novelista imitador? Me gusta cuando no sale ese referente Freaki.
Por lo demás, me encanta lo que cuentas aunque no me entere demasiado ^_^
¡Vaya! Voz de contralto. La voz mas sensual y motivadora que existe.
Donde haya una buena contralto, que se quiten las sopranos 🙂
Yo, cuando sea mayor, quiero cantar en un coro, aunque sea la voz de bajo. O la de tenor.. si no hay que subir mucho. Incluso si hubiera que subir.
Sentirse parte de la música que los demás escuchan es un placer que debe tener todos los ingredientes del Gran Placer.
Nunca supe distinguir un «DO» de una taza de Earle Gray
Perplejo me quedo. Siempre pensé que nosotros disfrutábamos mientras los músicos lo pasaban regular, pendientes de cuándo venía lo suyo y de lo que hacían los otros… sufriendo cuando la cosa amenaza con desbaratarse. Pero veo que no, así que voy a pedirle a los amigos de la orquesta que me dejen sentar entre ellos durante una representación enarbolando un violín descordado. Iría de director, pero no me quiero perder la cara del público.
Forastero, es fácil: la taza de Earl Grey pesa más y te puede manchar la ropa. El Do no. La taza de Earl Grey está mejor con azúcar, leche o limón, según gustos. El Do no, se toma siempre solo. Y la taza de Earl Grey echa humito si está recién hecha. El Do no.
La próxima vez que tengas que distinguir entre ambos, espero que esto te sirva. Estos datos podrían salvarte la vida algún día.
Vendell: a veces se pasa mal. Y otras veces, no se pasa, es trabajo. Pero cuando se pasa bien, se pasa chachi. Aunque a lo mejor eso me pasa a mí por ser aficionadilla y no profesional, no sé.
Daurmith, me has hecho llorar, preferiría no haber leído el post, la verdad. Has tocado uno de los temas-aguja, yo también lo echo de menos, para qué mentir. Soy soprano tirando a mezzo-soprano, vamos, que del «la» de las líneas adicionales sólo paso cuando no hay catarro. Quizás si algún día nos encontramos podamos echarle una cantata de bach (pero de las que están bien, que la 147 ya tá muy vista ;)), o cualquier temilla.
Mientras tanto, me dedicaré a seguir recordando aquéllo de «lo que fue, lo que ya no es y lo que podría ser y no será».
me guato mucho las fotos i los que an dicho que no les gusta estan locos es bellisimo.
yo estoy confundida tengo 15 años y estuve en un coro religioso en el q la q me probo la voz dijo q era contralto y desps en una prueba de musica el profe dijo q era mezzo soprano por una cancion q cante.¿como se puede saber q sos?
BUENO ANTE TODOD SALUDOS Y QUISIERA QUE ME AYUDARAN, ES QUE SOY UN CONTRALTO PERO TENGO PROBLEMAS A LA HORA DE ACMBIAR DE TONO Y ADEMAS SE ME SALEN COMO DICEN «EL GALLO». VOY A CANTAR EN EL COLE Y NECESITO AYUDA, COMO ALGUNOS EJERCICIOS. GRACIAS