Hoy toca un drabble. Desde hace días me ronda una imagen por la cabeza. Una sola imagen raras veces hace relato, y como últimamente, además, mis neuronas tienen que estirarse en múltiples direcciones a la vez, no consigo centrarme lo suficiente para escribir un relato coherente. Al menos un drabble no requiere el tiempo que de todos modos no podría dedicar a un relato. Os fastidiáis, porque tiene toda la alegría y el optimismo de El Arca de Noé. Yo aviso.
GAVIOTAS
Paradójicamente, no sé mucho del mar.
Mis vigilias nocturnas empiezan y terminan bajo un cielo negro, arañado por los gritos agudos y maníacos de las gaviotas. Sus chillidos son mis compañeros constantes mientras dure la espera. Me envuelven en miedo, en olor a podredumbre y en la ira estridente de los idiotas.
De la masa de agua negra cuyas lenguas frías me lamen los pies cada amanecer gris y cada anochecer cárdeno nada sé, y nada quiero saber.
Salvo lo que en ella se gesta, salvo lo que allí abajo duerme. Aquello cuyo despertar espero.
Abajo, abajo. En R’lyeh.
Prueba de comentario. A ver si me deja. Di Chutluuuuuu!
Sí, hombre, pa que venga y nos devore… Aunque ahora que lo pienso, tal como está la cosa…
¡Cthulhuuuuuuuuuuuuuuuuu!
(Y gracias)