Alguien, cuyo nombre mantendré en el anonimato por evitarle disgustos, me dijo hace unos días que podría montar una lista de correo para avisar de cuándo subo nuevos relatos a la Biblioteca. Le dije que no, que no hacía falta.
Me acabo de desdecir. No creo que haga falta, pero creo también que a lo mejor es divertido, así que he creado un grupo egoístamente llamado «Relatos de la Biblioteca de Babel», al cual te puedes apuntar para poner verde la bitácora, los relatos, a su autora, o a tus compis de grupo. Estáis todos invitados. A ver qué pasa.
Suena muy bien. ¿Qué tal ampliarlo? Quiero decir… hacer que la gente participe con sus relatos… un ambientillo de fanzine… algo así 😛
Algernon, si estuvieras suscrito, verás que digo justo eso en el mensaje de presentación 😛
Daurmith, allá voy pues 😀
¡Yupi! ¡Ya ha caído unoooo! Ejem, digo, ¡bienvenido!
Ooook!
Voy para allá.
¿Ofrecerás té con pastas?
¡Claro! Y tarta. Y bicarbonato después.
Muchos han empezado así y acabaron montando una religión. Daurmith, pase del bicarbonato. No lo necesita y además es todo química.
Mientras lo mejor siga saliendo aquí (en blogalia, digo), «no provlen» (que decimos los que no estamos en Corvalis).
Pues lo que va a pasar es que nos vas a absorber aun más el seso con tus relatos, nos vas a dar el mal ejemplo, y vamos todos a acabar escribiendo resucitando otra «comunidad de la plumilla». Con menos se ha echado a perder generaciones. Desde luego, es una propuesta irresistible…
m’apunto, m’apunto, please