Y una ful empaquetá. De dulce, nada. Jopé cómo están los animalillos del campo: ayer, dos ardillas persiguiéndose entre unos chillidos estridentes dignos de un aquelarre. Hace un momento, algo gordo ha caído con un «plof» audible fuera de mi ventana. Al asomarme he visto que eran dos estorninos entrelazados, dándose unos guantazos de impresión. Al ver mi sombra se han separado y han volado juntos, es de suponer para seguir pegándose, dejando un área de césped machacado.