Ya no es doble. Ayer, en San Diego, murió Francis Crick, que junto con James Watson desentrañó la estructura de la molécula de ADN y con ella los secretos de los seres vivos. Un hombre brillante, que tras su magnífico descubrimiento se lanzó a por otros misterios no menos complicados que, esta vez, no llegó a resolver. Polémico, ácido, de trato difícil y mente afiladísima, Crick ha estado en el planeta 88 años y estará en nuestras mentes durante los próximos siglos.
Como regalo, os dejo una perla: el archivo pdf, en inglés, del legendario artículo de Nature del 25 de Abril de 1953 en el que, en dos páginas de prosa clara y sencilla, Watson y Crick nos daban las llaves de la vida.