Le han dado el Príncipe de Asturias a David Attenborough. Y malegro mucho. Ya dirán cosas malas los que quieran decir cosas malas, si es que hay quien quiera decir cosas malas, pero los documentales de este hombre para mí siempre han estado a la altura de lo mejor que es capaz de ofrecer la televisión. Su serie The Trials of Life me impactó especialmente, porque era mucho más que una sucesión de planos bonitos de animales bonitos. Era un elegante entramado de historias de comportamiento animal, rodadas con pericia y paciencia, que mostraban algunas de las cosas más fascinantes, y a veces crueles, del mundo animal. Su secuencia de una cacería de chimpancés (los chimpancés eran los cazadores, no los cazados) me impresionó especialmente.
Además, David Attenborough es un excelente extintor de tonterías; tiene el don, muy británico, de decir las cosas claras con mucha cortesía, y he visto algunas contundentes intervenciones suyas sobre el creacionismo que me han dejado muy buen sabor de boca. De modo que, a riesgo de repetirme, malegro mucho.
En la parte fea del día, ha muerto David Carradine. Al parecer se ha suicidado tenía maneras algo arriesgadas de pasar el tiempo. Puede. Dicen. Quizá.
¡Hola, Morwen!
Como hace tiempo que no sé de tí (la crianza, ya sabes), te busco. Y, ya de paso, te pongo «deberes»: quisiera encontrar una exposición decentita acerca de la Teoría del Diseño Inteligente. No muy extensa, que no ando sobrado de tiempo. ¿Se te ocurre algo? Te estaría muy agradecido. Aunque tan sólo fuesen un par de «links».
¡Vaya! David Carradine. Precisamente el otro día andaba por YouTube «revisitando» cabeceras de series de televisión «de toda la vida» –Las calles de San Francisco, Star Trek, Hawaii 5-0,…– cuando tropece con la de Kung Fu. ¡Tantos recuerdos de la infancia que creía perdidos se agolparon de repente! Os recomiendo la experiencia: al igual que sucede con ciertos olores, se me antoja que muchos recuerdos de nuestra niñez sólo pueden ser despertados volviendo a ver –y, sobre todo, a escuchar– aquellas viejas cabeceras. Haced la prueba.
Saludetes,
Calos «Aldandil»
¡Hola, Ilustre! Pues miraré a ver si encuentro algo, aunque francamente, el mejor resumen que encontré fue «El diseño inteligente no es ninguna de las dos cosas». Pero deja que esta tarde mire por ahí y te digo.
Lo más inmediato que tienes, y muy completo también, es la entrada al respecto en la Wikipedia. Y el Manifiesto de ARP-SAPC también tiene información interesante. Si tienes alguna duda más concreta, avisa. Sólo si tienes MUCHAS ganas, te puedes leer el libro de Behe, «Darwin’s Black Box», donde presentó la teoría, pero es una lectura irritante si sabes algo de evolución.