Marzo: en tinta propiaEntre ausencias varias -del blog- y presencias varias -en varias oficinas gubernamentales que insisten en que demuestre que yo soy yo-, no os he contado una cosa muy muy chula en la que colaboro.
Antes, un aviso a los navegantes: soy una ardiente aficionada a los comics. Comics, tebeos, novelas gráficas, como queráis llamarlo. Cómo no serlo, si fue la primera forma de arte y comunicación a la vez. Altamira es un comic. La columna de Trajano es un comic. Los frisos del Partenón, las tumbas egipcias, los relieves maya, los marginalia medievales, los capiteles románicos: todos comics. A su estilo.
A mi estilo, y en la definición actual de comic, tengo una coleccioncita respetable de arte secuencial. Empecé con buenos cimientos, contagiados por mi madre: Mafalda, Flash Gordon, el Capitán Trueno. Aún tengo algunos originales del Flash Gordon de Barry y el Capitán Trueno de Ambrós y Mora, Mora y Ambrós. Y un montón enorme de colecciones variopintas, desde Marvel y DC hasta Thorgal, pasando por Bermudillo (el genio del hatillo), Mortadelo y Filemón, Astérix, Neil Gaiman, Alan Moore, Perceván, Aquablue, La Mazmorra, Bone… Mejor paro.
Es decir, no sé si se nota: me van los comics. Por lo cual, cuando en 2002 me propusieron traducir al inglés una historia que iría a formar parte del tomo de Dark Horse en homenaje a las víctimas del 11 de Septiembre, dije que sí enseguida. Y no me arrepentí, porque gracias a eso pude conocer el trabajo de Daniel Acuña, un dibujante que me enamoró inmediatamente por su estilo limpio, grácil y sólido a la vez. Desde entonces he estado buscando la ocasión de trabajar con él, de impresionarle con un guión maravilloso para que caiga rendido a mis pies y ponga sus lápices a mi servicio. Ejem. Soñar no cuesta nada.
La oportunidad ha surgido, agridulce, con un trasfondo amargo, pero llena de energía y de lo mejor que tenemos que ofrecer como especie. Se llama MARZO: en tinta propia, y es un homenaje de artistas y guionistas españoles a las víctimas del atentado del 11 de Marzo. La iniciativa saltó en una lista de correo de comics, y la gente respondió con velocidad, entusiasmo, ganas y un tremendo, casi terrible manantial de material de altísima calidad. Podéis verlo en la excelente web puesta a punto por Pedro Alegre, donde hay colgadas muestras de todos los trabajos que irán al tomo. El fantástico trabajo como editores de Quim Bou y Víctor Alós (que también han contribuído al tomo con estupendas aportaciones) ha ayudado no poco a que la avalancha de creatividad tenga salida muy pronto. La están maquetando.
Yo escribí una historia para el tomo. Se la envié a Dani, y tuve la gran suerte de que le gustara. La ha dibujado, y ha quedado preciosa: muchísimo mejor de lo que me la imaginaba yo, y eso ya es decir.
Nunca había estado en un proyecto en el que la gente respondiera tan rápido, tan bien, y con tanta calidad. Mis anteriores contactos en el mundillo del comic habían resultado frustrantes (salvo con Dark Horse), pero este me ha devuelto la ilusión. El tomo saldrá pronto, y la verdad, no puedo recomendarlo lo suficiente. Es una maravilla. Y yo, que he visto las bambalinas, os digo también que hacerlo ha sido una maravilla.
Ojalá un grupo tan magnífico de artistas y escritores tenga la salida que merece. Y ojalá nunca, jamás, haya necesidad de sacar otro tomo como este.