Aquel de quien soy amiga invisible va a tener que perdonarme muchas cosas; mi impericia con el HTML; mi tardanza; mi torpeza. Yo tengo que agradecerle que haya sido paciente y rogarle que no me tenga muy en cuenta esta tontería. Intentaré aprender más.
Pero creo que me perdonará. Porque parece muy majo, y además porque no tiene miedo. Espero que su regalo le guste.
¡Feliz año!