Aunque rvr se queja de que no le hago caso, no es cierto. Lo que pasa es que una es lenta y le cuesta cambiar de costumbres, sea de proveedor de blogs, sea de navegador. Pero finalmente, una cae, cual las hojas en otoño (mejor no empezar con la caída de la hoja en Corvallis, que sale a veinte árboles por habitante y a unos doscientos árboles por ser humano). Así que he caído. En la tentación de Mozilla, un navegador que va mejor que Netscape e Internet Explorer juntos, o al menos a mí me va así de bien, y es bonito, y es fácil de usar hasta para gente cortita como yo que no hemos hecho del Linux nuestra vida y razón de ser (¡en la cabeza no, que estoy investigando!).

Resulta que además el Mozilla está lleno de cositas chulas, como un editor para blogs integrado en el navegador. Esta es la excusa para esta entrada, por si no era obvio: probar el editor.

Y oye, pues va muy bien.