En la entrada anterior, iba yo toda chula y comentaba el tiempo tan maravilloso que hacía. Un día después, se nublaba y empezaba a llover con ganas: Corvallis for you. Pero bueno, a nadie sorprendió el meteoro goteante, porque ya nos conocemos y nos sabemos aquello de que las nubes vienen, chocan con las montañas, y espolsan toda el agua encima nuestro, salvo cuando hay sequía, horror de los horrores, ¡tres meses sin llover! y blablabla.
Bueno, pues ahora, ooootra vuelta de tuerca. Iba yo esta mañana con mi despiste habitual, me dispongo a salir hacia el lab, abro la puerta, y ¿qué me encuentro?¡Hala, todo nevado, todo! Y cayendo meteoro níveo, pero con ganas: unos copos pequeños, tupidos, parsimoniosos. Esto sí que es raro, hasta para Corvallis, y más en Marzo. Muy raro. Rarísimo. Así que, por esta vez, me voy a permitir una entrada hablando del tiempo. Hela.
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