Odiseo tardó la tira de años, catorce o algo así, en volver a Ítaca, ¿no? Bueno, pues lo suyo fue un paseíto a la tienda de la esquina comparado con la saga del portátil, que hace escasos minutos ha tenido final feliz. Felicísimo incluso. ¿Me permitirá el agotamiento propio del bajón de adrenalina (mantenido a fuego lento durante unos ocho días) contaros la historia con pelos y señales? Más en plan práctico, ¿merecerá la pena narrar la interminable serie de conexiones, desconexiones y roturas varias del modem que culminaron en su resurrección no por esperada menos gloriosa? Quizá no, quién sabe…
Pero he de decir una cosa: Dell se ha portado.
El párrafo anterior es lo que un profesor de literatura llamaría un eufemismo. ¿Recordáis cuando el portátil hizo ¡chasc! y murióse? Me puse en contacto con Dell, temblando cual pudding (aquí en USA no hay flanes), y les comuniqué la tragedia. Me preguntaron, amables, qué había pasado, y yo les hice un vívido y conmovedor retrato de la muerte del cacharrín. Con la voz ahogada por el llanto, el técnico (de dulce acento hindú) me pidió que esperara, lo cual hice, conteniendo el aliento y cruzando los dedos.
Poco después, volvió el técnico para asegurarse. ¿Había dado chispazo el ordenador? Sí, dije, temerosa, y luego olía a plástico quemado. ¿Y ahora no funcionaba? Y yo: no, bueno, sí, el disco duro sí que accede a los datos, pero el monitor está negro (a estas alturas ya me veía yo vendiendo mi alma al banco para pagar la reparación de un monitor LCD). Pues mire, dijo él, vamos a hacer una cosa: te vamos a enviar un equipo igual o mejor que el que tienes, y tú nos envías el ordenador roto, ¿vale? Y yo, en shock, diciendo con un hilito de voz que vale.
Horas después recuperé el seso y llamé de nuevo para preguntar. El diálogo fue más o menos asina:
– Oiga, que me han dicho que me van a enviar un ordenador nuevo…
– Sí, le llegará en 5-7 días laborables.
– Pero este es en préstamo, mientras me arreglan el otro, ¿no?
– Espere que mire… No, no, este es para usted, a cambio del que se le ha roto.
– Ah, um… Pero ¿tengo que pagarles la diferencia o algo? Porque por lo que veo en la página web el trasto que me van a enviar es considerablemente más potente que el otro…
– ¿Pagar? No, no tiene que pagar nada: sólo enviarnos el ordenador roto. A portes pagados, por supuesto.
-… Por supuesto…
Siguió una pausa durante la que Jeff me preguntó si quería un vaso de agua o algo, que me veía cara rara.
– ¿Entonces -seguí yo, remachando bien la idea, que aún no me lo creía-, ustedes me envían un ordenador nuevo, yo les envío el viejo, y no pago nada?
– Así es.
Varios embarazosos momentos llenos de agradecimiento después, colgué y me subí a la nube en la que ahora mismo sigo flotando. Porque el ordenador no tardó cinco días, ni siete, sino dos. Y lo tengo aquí mismo y estoy ahora mismo escribiendo esta entrada en él. Y en cuanto la envíe voy a gozarlo un ratito más, que pa eso está.
Lo dicho: los de Dell se han portado (eufemismo).
Eso es porque eres tú, sniff sniff
Ésto es lo que tuve que pasar yo xD
Pues la verdad, es que tu historia me refuerza mis ideas acerca de los portátiles: A) Que los Dell cascan a menudo y B) Que lo importante de un portátil es sobre todo la garantía. Y como estés fuera de ella, estás … eso.
Con el Dell Inspiron que me compré tuve problemas un poco de acabarse la garantía con la pantalla, que me la repararon a los dos días en casita. Unos meses más tarde, la placa dejó de funcionar, y me lo tuve que costear. Un año más tarde, la placa volvió a dejar de funcionar. Y así, hasta esta semana, que escarmentado por la historia de Adela, decidí comprarme un iBook.
Pues lo suyo es montar un plan renove: si las garantías te duran un año, que el ordenador casque cada 9 meses. Así siempre te sirven uno más potente a casa.
Mi señora tiene un iBook desde hace un año y el aparato es una maravilla (bueno, quizá un pequeño problema con la batería que sólo dura tres horas y media en lugar de las 6 prometidas).
A parte de llevarse muy bien con linux, funcionando casi todo a la primera, y a la segunda el macmodem, el OS X va cada día mejor, a pesar de ser soft propietario, está hecho con cariño y se nota.
Y no se calienta casi nada, poco o nada que ver con esas vitrocerámicas que llaman portátiles.
Está bien que a uno le den de vez en cuando un algo, aunque sea pequeñito, en lo que creer.
Hazle una cuantas carantoñas al «niño nuevo» por mí, daurmith.
dell siempre ha funcionado así ( si no eres un memo,supongo). pero prueba pedirle que te fíe al frutero de la esquina, en este santo y casto país (sapaña).
A mi ya me había sorprendido cuando llamé a Iomega porque el streamer se ponía a romperme cintas. Desde holanda me atendió alguien que me dijo que me enviarían un streamer nuevo, y que yo sólo tendría que limitarme a sacarlo de la caja, poner el viejo en ella, pegar por fuera los papelitos adjuntos y llevar la caja a la agencia del transportista más cercana.
Y además, me incluyeron dos cintas nuevas para suplir a las que se me habían roto. Cintas con el doble de capacidad, nada menos…
¿y los datos? el disco, vaya. ¿Se los devuelven?
A mi se me arruinó el DVD a un mes después del año de garantía, me c….
Pues fernand0, es que tengo un amigo que se dedica a estas cosas y él, muy amablemente, me puso todos los datos del disco duro a buen recaudo, y allí los tengo. Cuando nos veamos otra vez le llevaré el trasto y espero poder recuperar todo o casi todo.
Pues me alegro por tí, amiga, es bueno que las cosas salgan bien, para variar, especialmente que he leído que también el carro. Todas parecen venir juntas, sometimes.
un abrazo 🙂
Jo! Menudo caramelo.
En fin, enhorabuena.