Y porque algunos, a los que no quiero nombrar (pero que perdono porque cuando escriben, escriben entradas muy majas), me están respirando en la nuca como Pepito Grillo, hago saber lo siguiente:
– Cuando hace sol, en Corvallis se está de maravilla.
– Los alumnos de la OSU juegan fatal al voley, pero muy bien al frisbis.
– Cuesta exactamente cuatro horas y cuarenta minutos preparar, cuantificar y diluir 128 reacciones de PCR, sin contar el programa en sí, que dura dos horas y media y ha de correr dos veces porque sólo caben 96 tubitos. De 0.2 ml de capacidad cada tubito.
– El dedo pulgar es extraordinariamente importante y cuando lo tienes hecho un higo por abuso de pipeteo resulta dificilísimo atarse las zapatillas.
– El peso de todo el ADN que contiene tu cuerpo es del orden de los 10 miligramos. Ahí queda eso. Si no lo digo reviento.
– My taylor is rich… ¡Ya sé inglés!
– El excremento de arrendajo no sólo mancha, sino que es probablemente más corrosivo que el salfumán.
– Los estadounidenses ponen caritas de asco cuando se les dice que en Francia comen caracoles o ancas de rana (o morcillas en España), pero anuncian a los cuatro vientos una cena en la que se consumirá «Raw, alive food» por nueve dólares. No voy a ir. Por mucho que digan que la comida cruda y viva mejora mi creatividad.
– Las listas estas en plan escritura automática son divertidas de hacer y te sacan de un apuro cuando te sientes culpable por no escribir en la bitácora durante una semana.
Y por último,
– No es recomendable quedarse frita al solete en el césped del campus con la mejilla apoyada en la Moleskine. La goma se queda marcada. Servidora parecía Al Capone, esta tarde.
Ustedes disculpen.
Viendo biólogos en un laboratorio, uno puede sacar la erronea conclusión de que su trabajo consiste exclusivamente en pipeteo. No es verdad, eso sólo constituye el 55%.
Resumiendo, que en vez de escribir su bitácora se ha dedicado a solearse, maravillarse, voleyarse, cronometrar, diluir, pipetear, pulgarhigarse, atar, pesar, taylorrichearse, mancharse, no comer crudo, culpabilizarse, listar y finalmente freirse y Alcaponizarse. Parece divertido. 😉
Daurmith, maja, si escribes más entradas como esta, los cordones de los zapatos te los ato yo.
Ves, Daurmith, ya hemos encontrado otra ventaja a nuestras queridas moleskine. Imagínate el resultado en tu cara si hubiese sido un cuaderno de espiral…
Lo de raw alive food es que te ponen una maceta con un poco de ketchup y te la zampas? O que le van quitando filetes a la vaca de donde menos le duela delante tuyo? O te dan la vaca y el tenedor directamente?
Y en cuanto a la moleskine, será una de las grandes, no? O yo tengo mucha cara para las chiquitiyas…
Qué bueno que ya sepas inglés pero, lo que nos tiene embrujados de tí es cómo inventas el español: ¿Qué es el salfumán?
Tampoco supe qué era el moleskine, pero me dió pena preguntar, y lo «gogleé» (ya ven, yo también hablo en inglé :-)). Acabo de perder media hora sumido en los catálogos en línea.
Ya puestos a preguntar: ¿Qué es un «frisbis», mi tesssoro? ¿qué esss? Suena a comida para gatos… Y hablando de comida: Danos un buen pessscado… ¡crudo…! ¡vivo…! Dánossslo, sssí… ¡y quédate con tu sssucia morcilla! ¡¡GOLLUM!! ¡¡GOLLUM!!
Hala cuánta preguntaaaa… A ver:
Algernon tiene razón; el pipeteo no es exclusivo. También está el etiqueteo de tubitos, el fregoteo de probetas, el trasvaseo de potingues, y el jurarenarameo de los errores.
La maga también tiene razón: un cuaderno en espiral me hubiera dejado con un costurón en plan novia de Frankenstein, y no es plan. Y JJ también tiene razón -cara cómo estáis hoy-, era una Moleskine de las grandes.
JJ, no sé en qué consistirá lo de la comida cruda y viva, ya dije que no me iba a pasar a comprobarlo. Pero estaré al tanto por si veo árboles con mordiscos o menos gatos por alrededor.
ElRene, «salfumán» no me lo he inventado; es como llaman en mi tierra a una solución de ácido sulfúrico para desatascar desagües (ya de paso, envío vibraciones perversas para que te unas al selecto club de los moleskineros).
Elbeagol, un frisbis es lo que los herejes estos llaman frisbee, o sea, un disco de plástico que se tiran unos a otros es de suponer que con afán pacífico. Deporte muy practicado en el campus, y que mantiene los árboles del Quad en un estado de poda poco estético pero al menos controlado. Y el pescado ya me lo como yo, gracias. Crudo, si es sushi, y cocinadito, si tengo que prepararlo en casa. Con limón, y unas patatitas, um…
Otras tareas propias de los biólogos de laboratorio serían: poner potingues al baño maría o a hervir, preparar calditos nutritivos para los cultivos de bacterias o células, congelar para conservar.. descongelar para utilizar.. en fin.. recuerdo que en mi etapa de bióloga a veces me daba la sensación de estar jugando a las cocinitas.
:o)
Lastima no haber conocido tu weblog unos meses antes!. Un exbiólogo como yo, que ya no pipetea me podría haber ahorrado mucho tiempo dandole al php con http://usuarios.lycos.es/biobiobio
Ahora picoteo.
Yildelen, ¿por qué te crees que a las instrucciones para preparar medios de cultivo las llamamos recetas? ¡Si sólo me falta el delantal!
Esta me ha dado las carcajadas: «el jurarenarameo de los errores»
¡Ya comenzó el eclipse!
abrazos
toddos son putos ja ja