Me he unido a la iniciativa #sinCiencia con este video:

NOTA: ¡Ahora también en Amazings!
Que es mudo, sí. Pero que creo que dice lo que tiene que decir. Otros lo han dicho, y muchísimo mejor que yo, en [{Twitter https://twitter.com/#!/search/sinciencia}]. Mis compis en [{Escéptica.org http://esceptica.org/2012/05/04/tercer-grado-sinciencia/}] también se han sumado. Y todos ellos dicen lo que tienen que decir, y muy bien (mi video favorito a estas alturas creo que es [{el de Mi Mesa Cojea https://www.youtube.com/watch?v=wMYiVYC81WM}]).
Yo no voy a añadir más. Salvo lo obvio: sin ciencia no estarías leyendo esto. No tendrías con qué.
Y matizo: la ciencia no es perfecta, ni una panacea, ni la receta mágica que nos va a sacar a todos de la crisis y a conducirnos a una utopía de bienestar, riqueza y felicidad perpetuas. Nunca lo ha sido, y nunca lo será. Pero la ciencia es necesaria como el respirar porque la ciencia sirve para estar incómodos, para seguir despiertos, vivos, y humanos. Para seguir curioseando en este Universo que nunca jamás llegaremos a conocer del todo (pero disfrutaremos intentándolo). Y este proceso lento, frustrante, maravilloso, estricto y asombrosamente creativo, siempre, siempre, siempre, desde que nació, nos ha dado maneras de mejorar nuestra vida, cuando hemos querido usarla así. Y nunca, jamás, en toda la historia de la humanidad, un país que haya apostado en firme por la educación y el conocimiento científico se ha equivocado al hacerlo.
Persistir en el error, como hace todo el que recorta en ciencia, no es, ja, científico, y lleva al desastre. Pero ya sabemos que #sinCiencia no hay futuro. Ni presente.