En el avión. Sentado al otro lado del pasillo, un joven. Vaqueros con la cinturilla sensiblemente más baja que los calzoncillos (boxers, United Colors of Benetton), zapatillas grises con cordones blancos. Camiseta a rayas horizontales blancas y negras. Rebeca negra de punto. Bufanda finita de tela, color caqui. Sobre el regazo una chaqueta estilo paramilitar, de lona verde. Pelo negro, patillas emo, entradas incipientes, aunque aparenta veintialgunos años. Cejas espesas y rectas. No lleva anillos en los dedos, ni piercings, ni joyería alguna. Usa una Blackberry Curve. Su equipaje es una bolsa de papel con el logo de una tienda de cosas premamá.

Esto es lo que vi. En las historias de Sherlock Holmes es mucho más fácil porque el personaje es inventado y ya tiene las marcas deductivas bien resaltadas en fosforito narrativo, pero nada nos impide jugar.

Sois Holmes, y estáis sentados donde yo, y habéis visto lo que yo. ¿Qué deducís?