No sé lo que hará el resto del mundo, pero la noticia aquí en USA es que la jura de bandera esa que recitan los niños en las escuelas ha sido declarada inconstitucional. En concreto, la parte esa en la que se dice «One nation under God», porque diz que vulnera la separación iglesia-estado. Bueeeno, les ha costado cuarenta y ocho añitos de nada darse cuenta, desde que lo de «under God» se coló de rondón en plena resaca de la era McCarthy (que antes no estaba). Digo yo que si ya de paso no podrían dejar tranquilitos a los niños y no hacerles jurar bandera cada mañana, que la cosa, al menos desde donde yo estoy, da bastante repelús.

Y es que aquí les gusta discutir casi tanto como ahí. El querido Jerry Falwell va a reventarse una vena como no ande con cuidado, si sigue pegando alaridos sobre el complot para destruir América (buuuuh, mieeedooo). Senadores de todos los colores y en diversos estados de senectud reaccionan airados amenazando con poco menos que la ira divina si se eliminan las cruciales palabras «under God» de la jura de bandera esta. Otros reaccionan con alivio y con un «ya era hora». Los demás miramos y nos pasamos el cuenco de cortezas de maíz. Pero esto va a traer cola, ya voy avisando (dijo ella mientras miraba su bola de cristal y aventaba el braserillo donde ardían unos palitos de sándalo).

Como dije hace tiempo, y repito porque sigue vigente… Todas estas cosas me hacen pensar que, cuando Alicia cruzó el espejo, lo que en realidad cruzó fue el charco.