Ponlo todo junto. Míralo desde arriba. Mira el lento baile de protoplasma en el que estamos inmersos desde hace cosa de tres mil quinientos millones de años. El frente de ondas de las especies actuales, que no es el mejor ni el más numeroso, tiene una ramita con la que nos identificamos: You Are Here. Ni pináculo, ni culmen, ni resultado final; simplemente el producto de millones de años de tira y afloja entre presiones selectivas y variaciones genéticas, una chulería de carbono en constante flujo durante lo que, para el Universo en general, es un parpadeo. Ese eres tú, y estás ahí, donde indica la flecha azul, entre un ratón y un cecílido. Y alguien como tú, alguien tan cerca y tan lejos del ratón y del cecílido ha creado el círculo de la vida, el auténtico Anillo Único, que ves abajo. Gracias al trabajo de un naturalista obsesivo e inseguro que siguió siempre fielmente el camino que los datos y las pruebas le trazaban. Llevara donde llevara.
Feliz Día de Darwin.
Hermoso en toda su complejidad
You are there! Cosas de la red (y del protoplasma), me he topado contigo aquí unos cuantos años después (no 3500 millones, desde luego).
Por si te acuerdas.
Besos,
Quique