En una entrada anterior hablaba yo del nuevo y gratuito —pero ya célebre— Boletín Papenfuss de relatos, con distribución en papel en Valencia y electrónica en todo el planeta. Los editores, más majos que prudentes, me aceptaron un relato que ha salido publicado en el 4º número, disponible en pdf aquí

Aunque lo mejor es leer el boletín entero, os dejo aquí el relato porque este es mi blog y así podéis ponerme a caldo a mí solita sin molestar al resto de autores y autoras de Papenfuss.


Made in China

—Hola, ¿cuánto es esta?

Made in China, polietileno alta densidad. Apta para uso alimentario y microondas.

—¿No tiene de litro?

No usar en horno. No usar grill. Consulte sugerencias de recetas en el interior del paquete.

—Bueno, me la llevo. ¿Tiene cambio de veinte?

No calentar en microondas con la tapa puesta. Hermético. 

—¡Mamáaaaa, toma la fiambreraaaa!

—Tráela a la cocina.

No meter en la nevera mientras está caliente.

—Acuérdate de traérmela mañana.

—Vale.

—Pero limpia, ¿eh?

—Vale.

—Te pongo lomo en salsa, ¿quieres un plátano?

—No.

—Te pongo un plátano igual, tienes que comer fruta.

—Vale.

—La bolsa no la tires que te vale luego.

—Vale.

Apta para congelación. Guardar los alimentos siempre en la nevera.

—Te dije que la trajeras limpia.

—Es que lo rojo no se va.

—Lo que pasa es que no lo has fregado bien, trae, mira.

—Deja, mamá, si no me importa.

—Pero que se queda fea, y mira que es nueva.

No lavar en lavavajillas.

—¿Ves? Ya no hay rojo.

—Está rayada del estropajo.

—Eso da igual. Te pongo macarrones. ¿Quieres un yogur?

—No.

—Te pongo un yogur igual. De coco.

—El de coco no me gusta.

—Bueno, pues de fresa. Déjala a remojo y se irá el rojo ese que no te gusta. Ponle una gotita de lejía.

—Vale.

—¿Tienes lejía en casa?

—Creo que sí.

—Bueno, ahora cuando te vayas compra, que siempre hay que tener lejía en casa.

—Vale.

—Mañana haré paella, acuérdate de traerme la fiambrera.

—Vale.

—Dame un beso.

No usar productos de limpieza abrasivos.

—Ay, menos mal que has venido, ¿me has traído la fiambrera?

—Sí, pero…

—Te pongo lentejas, y te he dejado unos botes con caldo y con guisado de carne, tienes pimientos rellenos ahí en la bandeja del horno, ponlos en la bolsa, es que no tengo fiambreras aquí. Toma, te he comprado dos barras de cuarto. En cuanto llegues a casa congelas una.

—Mamá, que no hace falta, estoy bien…

—Ya, y luego tienes la casa llena de cochinadas y Yamamotos.

—Yatekomos, solo los tengo por si acaso, no te preocupes. Venga, vámonos al hospital. ¿Llevas la bolsa, lo has cogido todo?

—Creo que lo tengo todo. Ay, mira a ver si he cerrado la persiana del cuarto de plancha, haz el favor. Luego vienes y miras la nevera, todo lo que haya fresco te lo llevas a casa, ¿eh?

—Venga, mamá, vámonos.

No contiene Bisfenol-A.

—¿Cómo estás, mamá?

—Pues un poco cansada. ¿Has venido directamente desde el trabajo? ¿Has comido?

—Me he traído el táper con pimientos, no te preocupes. Abajo hay microondas. ¿Tú estás bien? ¿Qué ha dicho el médico?

—Nada, quieren ver cómo voy un par de días más, no sé qué de la arteria. Ahí hay muy pocos pimientos, no te quedan más, ¿verdad?

—No, pero no te preocupes, tú descansa. ¿Necesitas algo?

—Tráeme una libreta que te apunto la receta de las lentejas. Y de los pimientos también, que te gustan mucho. ¿Has pasado por casa? Luego pasas y te llevas lo que hay en el congelador.

PRECAUCIÓN: no verter líquidos hirviendo.

—¿En serio vas a dejar una fiambrera en el nicho de tu madre?

—Déjame.

Este producto cumple con las normas de comercialización de la UE.